Os cuento una historia que me pasó el viernes al salir del trabajo a ver si os a pasado alguna vez. El caso es que cogí el coche y circulé un par de km. con él, hasta que en medio de una rotonda empezó a sonar un chillido impresionante, me asusté de la ostia y paré enseguida. En cuanto avanzaba unos cm. soltando el embrague empezaba a chillar como un condenado, sonaba por la parte del pedal del embrague, disco delantero izquierdo. No tenía ni idea qué podía ser, parecía como un alambre metido en el disco o no sé. Llamé a una grúa y mientras esperaba a que viniera lo apagué y arranqué un par de veces, y la segunda vez que lo hice me doy cuenta de que ya no lo hace.
El tío de la grúa cuando llegó y se lo expliqué me dijo que seguramente se me había quedado pegada la pastilla de freno, que no es algo tan extraño y que me fuera tranquilo que no era nada. La verdad es que como me lo dijo muy convencido pues me fie y seguí mi camino, desde entonces habré hecho 200km. y no ha vuelto a pasar.
¿Créeis que fue eso o me preocupo y me voy al conce a ver qué me dicen? Es que le tengo mucha manía a los del taller y cuanto menos les vea el pelo, mejor. Por si sirve de algo, la temperatura cuando me ocurrió no era ni alta ni baja, estaba medio nublado pero tampoco llovía. ¿Es tan normal que ocurran estas cosas a los coches nuevos?