Vamos a ver, no sé de qué os sorprendéis.
El Megane es pequeño atrás. Mi Grand Tour que tiene 6 cm más de distancia entre ejes, no es ninguna maravilla en espacio para las piernas aunque está bien, así que no me imagino lo que será el 3 ó 5 puertas. Bueno sí, me imagino que ya he montado en el de J2002.
Realmente, el maletero no es gran cosa y el final del portón descendiendo en ángulo le resta operatividad. Hay bultos que caben hasta la bandeja pero que si sobresalen de ésta impiden cerrar el portón.
Luego, también es estrecho. 3 personas van mal atrás. También he de decir que el 307 Break de mi cuñado, que es más ancho atrás y se nota, tiene unas puertas que tienen como 2 ó 3 cm menos (que dejan más espacio interior) de espesor y que pesan la mitad. Luego cuando se habla de seguridad, ese puede ser un motivo por el que el Megane tenga tan buenos resultados.
En cuanto a prestaciones, el 1.5 no es ningún tiro, y por supuesto de entre todos los de la comparativa es el de menos cilindrada y potencia. Así que nada que extrañe. A ver qué tal resulta el 1.5 de 106 CV y 6 velocidades que se va a montar en el Modus.
Sobre la estabilidad, hemos oído numerosas quejas sobre la estabilidad del Megane y su peculiar tren trasero al margen de los que lo tenían mal.
De siempre, el 307 (C4), el Golf (Leon) o el Focus han sido referencias. El nuevo Astra ha salido bastante bien sobre todo con la opción del chasis deportivo, a cambio de perder algo de confort, y el Civic siempre ha sido bastante bueno en este aspecto.
¿Qué supone todo eso?. Nada. Si no necesitas llevar el coche con 3 personas atrás todo el tiempo, o si te vale el maletero, o si no te importan las prestaciones (que tampoco creo que sean muy, muy inferiores) y no te vas como un piloto de rallye todo el rato, el 1.5 dci te ofrece un coche que tiene mejor valor precio-equipamiento, con muy buen consumo, confortable silencioso y más seguro que alguno de esos contrincantes. Eso significa, que quien priorice las prestaciones o la estabilidad (cuando vamos circulando casi siempre a velocidades constantes, por ciudad y con un amplio margen de seguridad), tendrá que pagar más dinero, o bien renunciar a equipamiento que nos hace el uso agradable cada momento.
Es cuestión de prioridades.