Siempre es más noticiable el hombre que muerde al perro.
El juez que absuelve a un tipo que no lo merece y no con las decenas de miles de sentencias razonables que ses dictan al año. En cualquier caso, al primero de cabe un recurso para que caiga en un juez más sensato.
Parece que en este país, no ha habido delincuentes hasta que tenemos inmigrantes. Antes eran los gitanos, los yonkis... ahora los gitanos están acogidos por el sistema de protección social y delinquen menos, sus hijos van al colegio desde hace años por obligación y no acaban en el arroyo con tanta frecuencia.... Si los gitanos hace 20 años eran delincuentes "por naturaleza", ¿porqué ahora no lo son?.
El problema de la delincuencia, es fundamentalmente la pobreza. Ahora los pobres son mayoritariamente inmigrantes, pues es de cajón que haya más delincuentes inmigrantes.
Pero claro, nos jode que nos atraque un "panchito" que es la anécdota, y se nos olvida hablar de la otra delincuencia que opera en contra de la inmigración, los racistas que les insultan y atacan, los que los desprecian por la calle, los que les hacen la vida imposible, de los que se aprovechan de ellos, los empresarios que los explotan, las mafias que traen las chicas para que nos las follemos por 20 €.
Eso sí, que es de país de pandereta.
Luego vienen algún iluminado demagogo a sacar tajada electoral de la mentira de la anécdota, del hombre que muerde al perro dando la impresión de que es el problema.
Expulsemos al inmigrante delincuente, vienen a nuestro país a lapidar mujeres y a hacer ablaciones de clítoris, a no saber poner un puto café, a delinquir cuando no encuentren trabajo, a aprovecharse de nuestros hospitales para hacerse mamografías.
Filtrando siempre que el inmigrante es vago, inepto, aprovechado y que está sin civilizar.
Y eso sirve para reforzar la idea de muchas personas en contra de los inmigrantes. Ayuda a generar inmigrantes frustrados, desesperados, que acaban despreciando la sociedad que se niega a acogerles y generando un caldo de cultivo proclive a la delincuencia. ¿Porqué respetar al que no me respeta?. Eso unido a la necesidad económica, hace que muchos acaben por delinquir sin ser ese su planteamiento vital.
Es una consecuencia lógica.