Los principales errores de las mujeres al hacer el amor (dicho por una de ellas)
1. Hacernos del rogar.
Qué bobada. Si a nosotras también nos gusta, ¿para qué tanto remilgo?
2. No dejar que nos miren.
A ellos los excita vernos sin ropa, así no seamos modelitos de Playboy.
3. No decir lo que nos gusta.
A los tíos les encanta follar - a casi todos- y que les facilitemos las cosas.
4. Hablar y hablar después.
No hay hombre, por comprensivo que sea, que aguante un discurso cuando él lo que quiere es mantener la boca cerrada y mirar al techo. Lo mismo me pasa a mi y alguna de mis amigas más cachondas.
5. Poner mala cara si terminan rápido.
No seamos aguafiestas. Eso los mata. Ya vendrán otras jornadas. Y si no vienen, a cambiar de pareja. la verdad que en eso de la velocidad, los hay que se van en un pis pas.
6. Desmaquillarse antes de…
Niñas, darse un espacio para llegar con una cara recién lavada es anafrodisíaco. Créanlo: a los tíos les fascina el rimel corrido. Y la juerga dura.
7. No estar depiladas.
Algunos no tienen el menor remigo, pero abundan los que imaginan que en su cama están con un tío si rozan unas piernas peludas. No soy partidaria de la “rasuración”, basta un poco de cuidado.
8. Decir que todos son iguales.
Ese lema socialista les cae como una patada. No hay machote que se precie, que aguante imperturbable eso de que no lo hace mejor o más divertido que el prójimo.
9. Comparar sus medidas.
Aunque te importe, hay que decir siempre el tamaño no me importa. Si el tipo la tiene inmensa, no le preocupará que se hable de tamaños, pero como la tenga pequeña o medianilla…
10. No tener iniciativa.
A todos los hombres les parece poco, incluso si se la chupas antes de entrar en verdadera faena. Desfallecen por la innovación.
11. El dolor de cabeza.
Como al pastorcito mentiroso, ya ninguno nos lo cree, aun cuando sea cierto.
12. Fingir orgasmos.
No son bobos. Hay muchos que ni se enterar, pero los hay que lo detectan. Si es educado, hará que no se da cuenta. Es importante no empezar a gritar como una loca antes de que te la metan. Y si necesitas rematar lo tuyo manualmente, no te cortes. Una paja, siempre relaja y a muchos tíos, los pone.
13. No meterles mano.
Ellos también se derriten con las caricias, sobre todo donde más les gusta.
14. Calentarlos.
Nos odian si después de ponerlos a cien, los dejamos con tres palmos de narices y cinco de polla.
15. Frenarlos para revisar el calendario.
Seriedad: si hoy no se puede, digámoslo antes. Eso los pone en la puerta.
16. Negarles el sexo oral.
Sin comentarios, porque alguno pretende que encima meriendes.